Rechazamos el proyecto por su impacto medioambiental, el cambio de uso del suelo que conlleva, la contaminación visual y el atentado al paisaje que produciría, las irregularidades en el proceso del propio estudio geotécnico, el modelo urbano depredador que representa y la reiterada privatización del parque.
Por ello exigimos la inmediata paralización del proyecto, así como el fin de la continua privatización del uso de esta zona verde para el lucro privado.
A la vez reclamamos las inversiones necesarias para la construcción de los equipamientos básicos de bienestar social y la provisión de los servicios públicos establecidos por el Plan General de Ordenación Urbana en 1997 cuyo fin como recoge las normas urbanísticas es "garantizar a los ciudadanos las prestaciones sociales que hagan posible su desarrollo integral y su bienestar...”
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